¿Por qué había 5.000 sanguijuelas en su equipaje?

¿Para qué quería este animal tan viscoso?



Un beagle del aeropuerto internacional de Toronto rondaba en busca de los sutiles olores de objetos de contrabando cuando un aroma inesperado le hizo cosquillas en los receptores olfativos. Procedía del equipaje de un hombre canadiense que acababa de volver de Rusia.

El perro sabía qué hacer a continuación: se colocó junto al viajero y envió así una señal de que algo iba mal al personal de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá.

Las autoridades registraron las maletas del hombre y encontraron cientos de recipientes llenos de seres viscosos: 5.000 sanguijuelas vivas. Aquel 17 de octubre de 2018, el fiel beagle ayudó a las autoridades a atrapar al primer «contrabandista» canadiense de sanguijuelas. Las autoridades se refieren a él como supuesto importador ilegal de sanguijuelas, no contrabandista, porque no estaba ocultando deliberadamente el contrabando.

El incidente, revelado aquí por primera vez, todavía no consta en los archivos públicos. El hombre ha sido acusado de importación ilegal de una especie regulada a nivel internacional sin los permisos requeridos, según explicó André Lupert, director de inteligencia de la Dirección de aplicación de la ley sobre fauna del Ministerio del Medio Ambiente y el Cambio Climático de Canadá, región de Ontario. Según Lupert, el hombre está a la espera de una audiencia el mes que viene en la zona de Toronto. Para proteger su privacidad y porque la investigación sigue abierta, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá declaró que no podía compartir su nombre ni otros detalles del incidente, como el nombre y el sexo del perro.

Las sanguijuelas son anélidos parásitos presentes en todos los continentes, salvo la Antártida. Muchas se alimentan de sangre (algunas solo necesitan una comida al año), de ahí el asco que sienten sus víctimas por ellas, aunque han resultado ser de utilidad en medicina. Las sanguijuelas incautadas pertenecían a dos especies —la Hirudo medicinalis y la Hirudo verbana— que se emplean en hospitales, centros de cirugía plástica y unidades de quemados de todo el mundo. Las sanguijuelas consumen la sangre acumulada y mejoran la circulación de los tejidos heridos segregando anticoagulantes naturales. Pueden valer unos 10 dólares la unidad.

Lupert contó que el acusado sostenía que las sanguijuelas eran para uso personal y que sus aguas residuales enriquecerían sus orquídeas.

A Lupert, este testimonio le parece inestable. «Tal cantidad de sanguijuelas sugiere que se pretendía comercializarlas», explica, y añade que el hombre podría haber estado intentando encontrar compradores que usen las sanguijuelas para tratar las quemaduras por frío y contribuir a recuperarse de ritidectomías. Algunas personas quieren sanguijuelas para usos naturopáticos domésticos, ya que creen que alivian el dolor o limpian el cuerpo de la sangre «mala». Sin embargo, sin antibióticos recetados, tal uso conlleva el riesgo de contraer infecciones.

El papel de las sanguijuelas como ayudantes en la medicina se remonta al antiguo Egipto. En la Europa del siglo XIX, su uso excesivo en la denominada sangría dio lugar a algunas de las primeras protecciones para la conservación de fauna, según la investigación de Roy Sawyer, aficionado a las sanguijuelas y fundador del Medical Leech Museum en Charleston, Carolina del Sur. Según Sawyer, estas criaturitas se usaron tanto que se agotaron las fuentes locales en Europa occidental. Su escasez inspiró el problema de William Wordsworth, «El recolector de sanguijuelas», en 1802.

Según el tratado que regula el comercio internacional de fauna silvestre —el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES)— los cargamentos de algunas especies amenazadas son ilegales sin los permisos de importación-exportación exigidos. CITES regula el comercio de una serie de plantas y animales —entre ellas las dos especies de sanguijuelas incautadas por las autoridades— para garantizar que la demanda comercial no las erradique. Con la documentación pertinente, las sanguijuelas medicinales pueden transportarse legalmente de un país a otro. Canadá, por ejemplo, obtiene gran parte de su abastecimiento de los Estados Unidos, según Lupert. Por su parte, los Estados Unidos aprobaron las sanguijuelas como «productos» medicinales en 2004.

Mark Siddall, experto en sanguijuelas y conservador de invertebrados en el Museo Americano de Historia Natural (en Nueva York), de los cientos de especies de sanguijuelas que existen, solo dos prefieren la sangre humana y se adhieren con ansias a una pierna o brazo desnudos. Sanguijuelas indeseables

Cuando las autoridades canadienses incautaron 5.000 sanguijuelas, tuvieron que afrontar un problema: decidir qué hacer con ellas. No querían matar a los animales amenazados, sobre todo porque el caso seguía abierto. «En última instancia, dependerá del juez si quiere ver las sanguijuelas en persona por considerarlas pruebas», afirma Lupert. Las autoridades tampoco querían cargar con ellas a largo plazo. Según Lupert, estas especies no son endémicas de Canadá, de forma que no deberían ser liberadas en la naturaleza.

Un incidente desafortunado agilizó el deseo de las autoridades de librarse de las sanguijuelas. «Estábamos aprendiendo sobre la marcha dónde colocarlas», afirma Lupert, que también es el director regional en funciones de la aplicación de las leyes de fauna en Ontario. «Se tratan de criaturas bastante activas. Cambiábamos el agua con regularidad y, cuando los agentes entraron una mañana, descubrieron que 20 habían huido», recuerda sonriente. Por suerte, las volvieron a capturar y enseguida las devolvieron a sus recipientes.

Las autoridades gubernamentales empezaron a hacer llamadas para encontrar un recinto alternativo para las sanguijuelas. Las respuestas fueron decepcionantes. «Piensa en poner 20 en un tarro de cristal y en el espacio que necesitarías para todas si tienes 5.000», afirma Lupert. «No es solo cuestión de regalarlas».

Los centros médicos con los que contactaron no mostraron especial entusiasmo en aceptar tantas. Según Lupert, en total, Canadá suele adquirir entre 500 y 1.000 sanguijuelas medicinales al año, de forma que 5.000 es demasiado.

Dice que solo el Royal Ontario Museum de Toronto accedió a llevarse algunas —solo 50—, con lo que a las autoridades todavía les quedaban 4.950 sanguijuelas en una sala junto a otros animales vivos incautados, como tortugas terrestres y tortugas marinas. (Lupert señala que el museo también identificó las dos especies de sanguijuela incautadas.)

Al ampliar su campo de búsqueda, los canadienses encontraron un hogar para mil sanguijuelas en el Museo Americano de Historia Natural, gracias a Mark Siddall. Pero había trampa: Canadá y Estados Unidos tendrían que redactar el papeleo formal de exportación e importación, lo que retrasará el transporte transfronterizo de las sanguijuelas en avión.

Dos meses después de la incautación de estos animales chupasangres, el laboratorio de Siddall recibió una partida de 1.000 sanguijuelas. «Con 25 años de [estudio de] biología y conducta de sanguijuelas a mis espaldas, tengo la experiencia —y los alumnos de posgrado— necesaria para ayudar», dice respecto a las demandas de cuidado de las sanguijuelas. «Debes cambiar el agua, saber qué aspecto tienen cuando están mal, si necesitas alimentarlas y cuándo separar a las enfermas de las sanas».

Esta no es la primera vez que Siddall cuida de las sanguijuelas. «Sin entrar en detalles, esto ha ocurrido antes», afirma. Cuando le pedimos más información sobre la naturaleza clandestina del contrabando de sanguijuelas, se negó a comentar las circunstancias de incidentes anteriores y remitió a National Geographic al Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos, la agencia responsable de supervisar la exportación e importación de fauna.

La portavoz Christina Meister declaró que el servicio no dispone de datos inmediatos sobre el contrabando de sanguijuelas. Y el personal, según ella, tampoco conoce ejemplos de casos cerrados. Para descubrir más, será necesario presentar una solicitud conforme a la Ley de Libertad de información (FOIA, por sus siglas en inglés). El 17 de diciembre de 2018, National Geographic presentó una solicitud FOIA en busca de documentos de importaciones de sanguijuelas del 2007 al presente, que incluirían incautaciones.

La ONG neoyorquina EcoHealth Alliance posee una base de datos de comercio de fauna y flora silvestres denominada WILDd que se basa en datos del gobierno estadounidense sobre cargamentos de fauna y productos hechos de fauna, entre otras fuentes. Según EcoHealth Alliance, se denegó la entrada de 10 cargamentos de sanguijuelas a Estados Unidos entre el 2000 y el 2014, lo que significa que las autoridades las incautaron o las devolvieron a su país de origen. Allison White, directora de programas y evaluaciones de EcoHealth, cree que el total de estas denegaciones equivale a varios miles de sanguijuelas, como mínimo. Se desconocen los detalles de los incidentes.

En el caso de la gran incautación de sanguijuelas de Canadá, un juez presidirá una audiencia el 15 de febrero. Mientras tanto, las autoridades intentan encontrar un hogar para las 3.950 sanguijuelas restantes.

«¿Queréis mascotas?», pregunta Lupert.

Un joven aragonés crea una morcilla con sangre humana

Un nuevo invento para los veganos




Un joven aragonés crea una morcilla con sangre humana

Un aragonés ha decidido crear una morcilla con sangre humana para aquellos que no quieran comer la tradicional con sangre animal. Esta opción no está a la venta, pero el creador ofrece la posibilidad de ayudar a quien quiera a crear la suya con su propia sangre.

Hamburguesas de tofu o albóndigas de lentejas son algunas de las opciones que tienen los veganos para 'imitar' las recetas de toda la vida. Ahora, un aragonés que ha querido ir más allá inventando la morcilla con sangre humana.

Esta peculiar receta se ha hecho viral en redes sociales y cosecha tanto adeptos como detractores a partes iguales. El creador de esta receta es Raúl, un joven de 30 años que vive en la localidad aragonesa de Alloza, que cuenta con unos 600 habitantes.

El autor sigue la receta tradicional de la morcilla pero en este caso la sangre de cerdo es sustituida por sangre humana.

En su cuenta de Instagram, este joven ofrece la posibilidad de fabricar morcilla con nuestra propia sangre. Para ello, solo es necesario ponerse en contacto con él.

Un nuevo invento para los veganos

La idea fue de un activista en España. También las preparan con fluido intravenoso es decir morcilla con sangre humana.

Raúl Escuín, un activista vegano, puso en marcha un proyecto para comercializar morcillas hechas con sangre humana. “Mi sueño sería hacer eventos en el que un cierto número de personas fuera a un sitio público para que pudieran cocinar y degustar morcilla de su sangre”, dijo.

Para sorpresa, muchos usuarios se vieron interesados en la iniciativa denominada “Tú y tu morcilla”. Es más: algunas mujeres preguntaron si es posible hacer el embutido con sangre menstrual.

En relación a la última consulta, Escuín no lo recomendó, porque esa sangre “no es tan limpia como la venosa, porque contiene trazas de óvulos“.

Con respecto a la preparación, es necesario tener en cuenta que al momento de hervir la sangre se pierden todas sus propiedades, incluidas los virus y posibles infecciones.

Este tipo de embutidos todavía no se comercializa, pero es una iniciativa que pretende penetrar en el mercado español para que su consumo pase a ser habitual.

Morcilla con sangre humana

Ya se puede curar el cáncer de mama sin operar

Ya no hará falta estirpar el pecho! Que gran invento!




La empresa israelí IceCure Medical ha desarrollado un sistema revolucionario para el tratamiento de cáncer de mama. Esta tecnología destruye los tumores convirtiéndolos en una bola de hielo. Utilizando una aguja súper fría, se congelan los tumores y luego se los descongela, matando así al tejido dañino.

La técnica se completa en 15 minutos y no deja cicatrices. IceCure ya ha sido aprobado para su uso en los Estados Unidos.

El cáncer de mama es uno de los males más comunes entre las mujeres. Generalmente, el tratamiento pasa por una masectomía y quimioterapia o radiación. Todo ello es un proceso bastante agresivo y muy duro de asimilar para las mujeres enfermas. Pero hay una alternativa menos conocida, la crioablación, o lo que es lo mismo, congelar el tumor. Sin cicatrices y sin estancias hospitalarias, aunque la quimioterapia o la radiación tiene que seguir aplicándose. En cualquier caso, se trata de un proceso mucho menos invasivo. Los responsables de esta práctica son los profesionales de la firma israelí IceCure Medical. Destruyendo el tumor del cáncer de mama

La crioablación para tratar fibroadenomas, el tumor benigno más común, requiere anestesia local en la zona con lidocaína. Luego, guiado por ultrasonidos, el radiólogo inyecta una solución salina alrededor de la masa tumorosa.

A continuación, se introduce una sonda y se inocula nitrógeno líquido en el tumor. En la pantalla de ultrasonido, el fluido, más frío que el hielo, aparece como una pelota oscura que crece mientras se congela. El procedimiento se completa cuando la bola de hielo eclipsa todo el contorno del tumor, lo que es fácil de ver porque este tipo de fibroadenomas tiene unos límites muy definidos. Desde el inicio hasta el final, esta práctica requiere sólo unos pocos minutos, alrededor de cuarto de hora. Comparado con la cirugía, la intervención y la posterior recuperación pasa en un suspiro.

En definitiva, lo que hace esta revolucionaria tecnología israelí de IceCure Medical es congelar los tumores de mama destruyéndolos al convertirlos en bola de hielo. La compañía biomédica lleva a cabo un proceso que usa el frío extremo para congelar y destruir los tejidos muertos.

Las células muertas se reabsorben de forma natural por el cuerpo, por lo que en ningún momento se requiere de cirugía.

La nueva piedra filosofal

Convertir el cobre en oro y plata!



Científicos chinos dicen haber logrado convertir cobre en un material “casi idéntico” al oro, resistente a las altas temperaturas, la oxidación y la erosión.

El profesor Sun Jian y sus colegas del Instituto Dalian de Física Química de la Academia China de Ciencias, situado en la provincia de Liaoning (noreste), explican que lograron convertir cobre en un material “casi idéntico” al oro, disparando a una placa de cobre un chorro de gas caliente de argón, un gas noble, cargado con electricidad.

Las partículas ionizadas del chorro expulsaron los átomos de cobre de la placa. Estos se enfriaron y se condensaron en la superficie de un contenedor, convirtiéndose poco después en una fina capa de arena, según explican los autores del estudio publicado hoy sábado en la revista Science Advances.

Los investigadores colocaron esos granos en una cámara de reacción y consiguieron utilizarlos para convertir carbón en alcohol, un proceso químico sofisticado y difícil que solo los metales preciosos como el oro son capaces de alcanzar.

El peso y la apariencia del cobre, recuerdan los científicos, son muy similares a los del oro ya de por sí, y durante siglos los alquimistas intentaron convertir el material en oro.

“Las nanopartículas de carbón llevaron a cabo una reacción catalítica semejante a la del oro o la plata”, resistentes a las altas temperaturas, la oxidación y la erosión, explican el profesor Sun Jian y sus colegas en un comunicado recogido este mismo sábado por medios locales.

El descubrimiento es importante porque las nuevas propiedades que adquiere el cobre tras pasar por todas esas reacciones son la razón por la que se utiliza el oro en dispositivos móviles como los celulares.

Físicos rusos crean una fórmula para producir gasolina a partir de algas

En realidad, son las algas marinas y de aguas dulces, y no los árboles, los verdaderos ‘pulmones de la Tierra’



Un equipo científico de Rusia logró descifrar la composición química del combustible creado a partir de algas unicelulares, según un estudio publicado en la revista especializada European Journal of Mass Spectrometry.

“Nuestra futura labor debe centrarse en el uso de algas con el contenido máximo de grasas, así como en la creación de tales especies de algas a través de modificaciones genéticas. De este modo, podremos escoger la materia prima más eficaz para la futura producción de biocombustible”, indicó uno de los encargados del estudio, Evgueni Nikolaev.

En realidad, son las algas marinas y de aguas dulces, y no los árboles, los verdaderos ‘pulmones de la Tierra’, puesto que no solo producen oxígeno, sino también transforman el dióxido de carbono y la energía solar en glucosa y otras sustancias ‘comestibles’. Además de esto, adquieren masa mucho más rápidamente que otros organismos fotosintéticos, de manera que se puede convertir en un sustituto ideal para varios tipos de combustible.

Según explicó Nikolaev, la composición química del biocombustible producido a través de algas ‘licuadas’ tiene muchos rasgos en común con la llamada ‘zelionka’ —un líquido que se emplea con frecuencia como antiséptico en Rusia—, y no con los productos petroleros.

De acuerdo con los científicos rusos, el biocombustible de algas se produce a través del calentamiento del plancton unicelular hasta los 300 Cº y su posterior proceso de prensado, lo que, de hecho, imita el proceso de aparición de crudo en el interior de la Tierra. Como resultado, la biomasa se divide en el combustible líquido y una especie de ‘resina’ que se acumula en el fondo del reactor. Así, los científicos rusos decidieron ‘remojar’ las algas en los vapores del agua pesada y los álcalis para examinar la composición del combustible y, de este modo, mejorar sus características.

El agua pesada y los álcalis contienen átomos de deuterio, en cuyo núcleo no solo está presente un protón, sino también un neutrón. De este modo, los investigadores tuvieron la posibilidad de examinar la estructura tridimensional de los componentes del biocombustible.

Según opinan los físicos rusos, las futuras investigaciones del ‘biozelionka’ permitirán entender mejor qué tipos de alga son más apropiados para la producción de biocombustible, así como de qué manera pueden ser modificados para que sustituyan a la gasolina y otros tipos de combustible producidos a partir de hidrocarburos fósiles.

Turbina de viento omnidireccional portátil - NUEVO INVENTO

Que invento tan genial!




Turbina O-Wind, la microturbina esférica que captura el viento en cualquier dirección

Inspirado en un rover espacial de la NASA, ganador del Premio James Dyson del Reino Unido en 2018, es una microturbina esférica que puede capturar el viento de todas las direcciones.

O-Wind Turbine ganó el primer premio, con un premio en metálico de £2.000.

Una nueva turbina esférica que pensada para su instalación en la ciudad y capaz de captar el viento en cualquier dirección. Este es el invento de dos jóvenes diseñadores, galardonados estos días con el prestigioso James Dyson Award Uk.

O-Wind Turbine, así es como se llama esta curiosa turbina, revoluciona la apariencia y el funcionamiento de la clásica microturbina. Las turbinas eólicas convencionales capturan el viento sólo en una dirección y son ineficientes en ciudades donde el viento atrapado entre los edificios se vuelve impredecible. O-Wind Turbines intenta solucionar esa aleatoriedad del viento. Cómo funciona.

Este pequeño dispositivo es una turbina omnidireccional de un solo eje capaz de aprovechar los vientos horizontales y verticales. El prototipo usa el principio de Bernoulli para su movimiento mecánico y presenta una forma geométrica simple: una esfera de 25 cm de diámetro con bocas colocadas sobre un eje fijo.

La idea, explican los estudiantes, nació… en el espacio. Hace años, la NASA estaba probando la posibilidad de usar esferas de viento para mover vehículos de exploración en Marte. “Un prototipo probado en el desierto de Atacama ha demostrado que este concepto puede funcionar, cubriendo más de 7 km en línea recta“, comentan.

Este concepto lo han desarrollado y adaptado a un aerogenerador que explota su capacidad de usar vientos omnidireccionales para lograr la rotación en un solo eje. Los estudiantes esperan que la turbina -que puede tardar por lo menos otros cinco años antes de que se este disponible comercialmente- se instale en edificios donde puedan aprovechar al máximo las condiciones climáticas.

La invención recibió 2.000 libras del premio nacional y ahora forma parte de la carrera internacional para la fase final del Premio James Dyson en noviembre, que otorgará al ganador mundial 30.000 libras adicionales como premio.